Mi hijo no quiere ir más a la cama, ¿qué puedo hacer?

Mijn kind wil niet meer naar bed, wat kan ik doen?

Noches sin dormir, los padres estamos bastante familiarizados con esto. En los primeros años, estas noches sin dormir en los niños suelen ser causadas principalmente por la incapacidad para dormir de un tirón. Pero también puede ocurrir que tu hijo de repente no quiera irse a la cama. De repente, vuelves a empezar. Aunque puede ser desesperante para ti como padre, muchas veces hay una razón subyacente para ello. ¿Qué se puede hacer al respecto? Y, lo que es más importante, ¿cuál es esa razón? En este artículo encontrarás más información al respecto.

La razón por la que tu hijo de repente no quiere dormir

Primero lo primero: es completamente normal que los niños pasen por esta fase. ¿La mejor noticia? Por lo general, esto pasa por sí solo. Pero eso no hace que sea menos molesto para ustedes. A menudo tiene que ver con la educación constante, la falta de una rutina establecida o, curiosamente, la falta de sueño. Aquí tienes algunas causas por las que tu hijo de repente no quiere ir a la cama:

  • Nuevo entorno: para los niños, un nuevo entorno o un cambio en el lugar donde duermen puede causar inquietud. Algo en el ambiente es diferente ahora, o tal vez se han mudado, lo que hace que tu hijo aún tenga que acostumbrarse al nuevo entorno.
  • Una nueva forma de buscar atención: no subestimes a tu hijo, a menudo son más astutos de lo que pensamos. ¿Le estás dando más atención a tu hijo antes de dormir porque tienes miedo de lo que está por venir? Ten cuidado con eso. Los niños se dan cuenta rápidamente y luego lo usarán como un medio para llamar la atención.
  • Dolor de crecimiento: tarde o temprano, todos los niños experimentan dolores de crecimiento. Por supuesto, es muy molesto. Afortunadamente, esto suele pasar con el tiempo.
  • Disciplina: no significa no significa. Si los niños en algún momento se dan cuenta de que aún pueden quedarse despiertos o conseguir lo que quieren después de un rato de llorar, seguirán repitiendo esto. Por lo tanto, intenta ser estricto con esto desde una edad temprana.
  • Preocupación: también los niños pueden estar absortos en sus pensamientos o preocuparse por algo. ¿Ha ocurrido algo en la guardería o tu hijo no se siente bien en la escuela? Intenta hablar sobre ello juntos.
  • Estrés en los padres: los niños siempre te reflejan. ¿No te sientes bien contigo mismo o hay algo sucediendo actualmente en casa? Entonces ellos lo notarán de inmediato. Por lo tanto, cuídate bien y elige también momentos de relajación.
  • Nuevo ritmo de sueño: en algún momento, el ritmo de sueño de los niños debe ajustarse. Esto significa pasar de una o varias siestas al día a dormir solo por la noche. Esto puede alterar a los niños al principio. Establece el nuevo ritmo de forma gradual y tómense su tiempo juntos. También aquí aplica: esto pasará por sí solo.

¿Crees que hay algo más detrás de los puntos mencionados anteriormente? Entonces, intenta hablar con tu hijo sobre su comportamiento para dormir. ¿No llegan a ninguna parte? Entonces, tal vez sea prudente hacer una visita al médico.

Consejos para ayudar a los niños a dormir mejor

¿Tu hijo ya no duerme y estás desesperado? Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudar:

  • Volver a ponerlo en la cama: si sacas a tus hijos de la cama o los dejas sentarse contigo tan pronto como empiecen a llorar, pronto se darán cuenta del juego. Por lo tanto, simplemente vuelve a poner a tu hijo en la cama cuando llore. Es lleva tiempo, pero es eficaz. Te lo prometemos.
  • Establece una buena hora de dormir: una rutina de sueño saludable es esencial para los niños pequeños. ¿Han dormido menos durante el día en su siesta? Entonces pueden irse a la cama más temprano por la noche. Y al revés, ¿han dormido más durante la tarde? Déjalos quedarse despiertos un poco más por la noche.
  • Rutina de sueño: una rutina de sueño también puede ayudar. Esto significa: seguir los mismos pasos y horarios para acostarse cada noche. En algunos de nuestros blogs anteriores, ya hemos dado consejos sobre una rutina de sueño, léelos aquí.
  • Lámpara de noche: una de las razones más comunes por las que los niños de repente no quieren dormir es porque tienen miedo en la oscuridad. En primer lugar, es importante reconocer los miedos de tu hijo. Así se sentirán escuchados y seguros. Otro consejo: ¡usa una lámpara de noche! Estas no emiten demasiada luz y a menudo tienen un temporizador que las apaga automáticamente después de treinta minutos. Echa un vistazo aquí a algunos ejemplos divertidos de lámparas de noche.
  • Relájate: si los niños están demasiado ocupados durante el día, esto puede afectar su ritmo de sueño. Los niños estarán literalmente fuera de control. Para evitar esto, es prudente planificar momentos de tranquilidad durante el día. Hagan algo tranquilo juntos, como leer un libro o escuchar música tranquila.

Un buen descanso nocturno es esencial, tanto para los padres como para los niños. ¡Con estos consejos, seguramente llegarán al país de los sueños, garantizado!