El clima en los Países Bajos está empezando a mejorar gradualmente. ¡De hecho, en unos meses será verano! Eso significa que la temperatura sube, los días se alargan y pasamos más tiempo al aire libre para disfrutar del buen tiempo. Para los niños, es la oportunidad perfecta para jugar al aire libre con amigos. Te explicamos por qué jugar afuera es tan bueno para tu hijo.
¿Por qué es saludable jugar al aire libre?
Vamos al grano: jugar al aire libre es increíblemente bueno y saludable para los niños pequeños. Es beneficioso para su desarrollo físico, ya que mientras juegan al aire libre pueden correr, saltar, trepar y jugar a su antojo. Y mientras tu pequeño hace las piruetas más locas en el trepadero, también estimula habilidades motoras como la coordinación, el equilibrio y la resistencia. Además, jugar afuera les brinda a los niños la oportunidad de desarrollar sus habilidades sociales. En el parque o en la calle, juegan junto a otros niños. Esto significa que aprenden a comunicarse, colaborar y disfrutar de bromas juntos. Curiosamente, jugar al aire libre también mejora la capacidad para construir y mantener relaciones. Por supuesto, la creatividad y la imaginación también están en la lista de razones por las que jugar al aire libre es bueno para los niños. Así, jugar afuera les brinda la libertad de inventar sus propios juegos y aventuras. ¿Esta vez van de safari por la jungla o necesitan rescatar a una princesa del castillo?
Así es cómo puedes animar a tu hijo a jugar más afuera
Aunque jugar al aire libre tiene influencia positiva en varios aspectos del desarrollo de los niños, no siempre es fácil sacarlos afuera. No te preocupes, tenemos algunos consejos que puedes utilizar para llevar a los niños al exterior:
Consejo 1: Haz que jugar afuera sea divertido
Jugar al aire libre en una calle insegura o en un vecindario aburrido no siempre es divertido. No es sorprendente que los niños se nieguen a jugar afuera. Por eso, es importante ir a lugares donde tu pequeño pueda jugar libremente. Piensa en el parque, un jardín o el bosque. Aquí tienen todo el espacio para correr, trepar y explorar.
Consejo 2: Asegúrate de que tu hijo pueda jugar con otros
Otro consejo que anima a los niños a jugar afuera es asegurarse de que tengan un compañero de juegos. Puedes hacerlo jugando afuera con tu hijo o involucrando a otros niños. A menudo, a los niños les gusta más jugar en grupo y estarán más dispuestos a salir si saben que hay otros niños con quienes jugar. Invita a amigos del barrio, primos u otros niños de la familia o amigos a venir a jugar.
Consejo 3: Da el buen ejemplo
Todos podríamos pasar más tiempo al aire libre. Da el buen ejemplo como padre y muestra que valoras el juego al aire libre. Por ejemplo, sal a dar un paseo con tu hijo o salgan juntos en bicicleta cuando haga buen tiempo. Los niños son como loros, todo lo que hacen sus padres, ellos también quieren hacerlo.
Consejo 4: Limita el tiempo frente a pantallas
Nada es tan tentador hoy en día como las tabletas y la televisión. Sí, es mucho más fácil darle una tableta a tu hijo para distraerlo, pero no es saludable. Como padre, puedes establecer límites de tiempo frente a pantallas con tu hijo. Anímalos a jugar afuera después de la escuela; luego, podrán ver algo en casa. Pero a menudo están tan ocupados afuera que ni siquiera recuerdan la tableta.
