¿Tu hijo participa en competiciones de fútbol o en juegos en línea donde compite contra otros jugadores? Los niños se involucran en actividades competitivas de diversas maneras. ¿El objetivo? Ganar a sus compañeros de edad. Porque ganar es divertido. Pero, ¿qué pasa cuando tu hijo pierde? ¿Qué puedes hacer como padre para fomentar los aspectos saludables de la competencia mientras reduces los posibles efectos negativos? En esta entrada de blog, te brindamos algunos consejos.
Los aspectos positivos de la competencia para mi hijo
Participar de vez en cuando en una competición o torneo ofrece beneficios significativos para el desarrollo de tu hijo. En primer lugar, aprenden a lidiar con la victoria y la derrota. Mentalmente, aceptar la derrota y aprender de ella es un gran desafío. A todos nos gusta mantener una imagen positiva de nosotros mismos y perder daña esa imagen. Además de aprender a lidiar con la victoria y la derrota, tu pequeño también aprende a perseverar. Así desarrollan la habilidad de no rendirse ante la adversidad. Si tu hijo ve la pérdida en un juego de fútbol como una lección, esto promueve la resistencia mental y la capacidad de recuperación. Estas son cualidades que serán muy útiles más adelante en la vida.
Los desafíos y riesgos de la competencia para mi hijo
Las actividades competitivas también conllevan riesgos para tu hijo, ya que la competencia aumenta el estrés. Esto es útil porque mantiene alerta a tu hijo y mejora su enfoque. Pero si tu hijo no puede liberarse de la tensión del juego, eso tiene consecuencias negativas. Mantener constantemente altos niveles de estrés puede provocar perfeccionismo no saludable o miedo al fracaso en los niños pequeños. Ambos son resultados de una imagen negativa de sí mismos y refuerzan ese efecto. Como resultado, los niños pueden tener dificultades más adelante en la escuela o en la vida diaria. Además, el miedo al fracaso y el perfeccionismo no saludable afectan negativamente la forma en que los niños interactúan con otras personas.
A continuación, 5 consejos para fomentar una competencia saludable para tu hijo
Como padre, tienes un papel clave en fomentar una competencia saludable. Piensa, por ejemplo, en animar desde la línea de banda en las tardes de sábado durante un partido de fútbol o judo. ¿Cómo hacerlo? Aquí tienes nuestros consejos.- Animar de manera positiva: A los niños les gusta hacer sentir orgullosos a sus padres. Durante un partido, y después de él, les encanta mostrar lo buenos que son. Al venir a menudo a verlos, fortaleces el vínculo con tu hijo; ser un seguidor fiel es bueno para su moral y confianza en sí mismos.
- Reflexionar sobre el partido sin juzgar: Como padre, puedes ser un espejo para tus hijos. Al preguntar sobre la experiencia de tu hijo sin juzgar, aprenden a manejar la victoria y la derrota. No hay nada mejor que la comprensión después de una decepción.
- Reconocer señales de estrés: Si aprendes a reconocer las señales de estrés (por ejemplo, si tu hijo de repente se vuelve muy silencioso o muestra comportamientos inusuales), puedes hablar más rápido con tu hijo. Esto reduce el estrés prolongado.
- Cambiar el enfoque: ¿Notas que tu pequeño sigue preocupado después del partido? Cambia el enfoque haciendo algo divertido juntos. A veces, una buena dosis de distracción es el mejor antídoto contra el estrés.
- Alentar la competencia saludable: Por supuesto, tu hijo quiere ganar. Pero la competencia y el deporte van mucho más allá de ganar. Diversión, trabajo en equipo, aprendizaje y desarrollo. Anima a tu hijo a disfrutar también al minimizar la importancia de ganar o perder.