Una buena noche de sueño es muy importante. Especialmente para el desarrollo del cerebro y el crecimiento del cuerpo, el sueño adecuado es crucial. Durante el sueño, se procesan los estímulos y experiencias del día y el cuerpo produce hormonas de crecimiento. Algunos niños no tienen problemas para conciliar el sueño o irse a la cama, mientras que otros pueden ser muy inquietos durante la noche. Por eso compartimos cinco consejos útiles para ayudar a tu hijo a conciliar el sueño más rápido y dormir mejor.
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¡Establece una rutina de sueño!
Una de las cosas más importantes para ayudar a conciliar el sueño y dormir mejor es establecer una rutina de sueño. Una rutina fija proporciona reconocimiento cuando es hora de dormir. Asegúrate de que tu hijo pueda relajarse aproximadamente una hora o media hora antes de acostarse. Evita cosas que puedan sobreestimular el cerebro de tu hijo, como ruidos fuertes de la televisión o la tableta, mucha luz en la habitación o juegos ruidosos. Para establecer una rutina, es recomendable llevar a tu hijo a la cama todos los días a la misma hora y seguir los mismos pasos, como cambiarle el pañal, ponerse el pijama, bañarse y/o leer. Tu hijo reconocerá la rutina como una señal para dormir.
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Usa una lámpara de noche
Muchos niños tienen miedo a la oscuridad. Esto puede dificultar que concilien el sueño o que duerman toda la noche. Una lámpara de noche puede ser la solución. Las lámparas de noche ayudan a crear una sensación de calma en los niños y, como proporcionan suficiente luz, los niños a menudo ya no tienen miedo. La sensación de calma y la luz de la lámpara de noche son la combinación perfecta para una buena noche de sueño para tu hijo. ¡Hazlo más divertido eligiendo una lámpara de noche adecuada junto con tu hijo!
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Un baño caliente
Otro consejo que puede ayudar a mejorar el sueño de tu hijo es tomar un baño caliente. El agua caliente ayuda a relajar los músculos y el cerebro, lo que les permite conciliar el sueño más rápido. Consejo extra: usa un poco de aceite de lavanda o espuma de baño de lavanda en el agua del baño, ya que este aroma induce al sueño.
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Presta atención a la temperatura en la habitación
Después de que tu hijo se haya bañado, es hora de ir a la cama. Investigaciones muestran que una temperatura ambiente entre 16 y 18°C es la mejor para una buena noche de sueño; en las primeras seis a ocho semanas en niños, esta temperatura es de aproximadamente 20°C. Algunas lámparas de noche tienen la función de medir la temperatura ambiente, lo que te permite saber si la habitación tiene la temperatura adecuada.
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La importancia de un entorno tranquilo
Como último consejo, es importante asegurarse de que la habitación de tu hijo esté decorada de manera adecuada. ¿Está lo suficientemente oscuro? ¿Cómo son los ruidos externos? Estas son todas cosas en las que puedes fijarte para crear el mejor entorno de sueño para tu hijo. Especialmente es importante una habitación oscura, ya que el cerebro produce más melatonina en un ambiente oscuro, esta hormona ayuda a conciliar el sueño y a dormirse más rápido.
